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Nacen los primeros cocodrilos en vivero del MARN

Este fin de semana, nuestros guardarrecursos asistieron el nacimiento de un grupo de cocodrilos y los trasladaron a su hábitat natural, como parte de las acciones de conservación que realizamos en nuestras áreas naturales protegidas, en el marco del Programa Nacional de Conservación de Caimán y Cocodrilo que desarrollamos en el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

El procedimiento inició al escuchar los sonidos que estos reptiles emiten desde el interior de los huevos bajo la tierra, que permanecen en monitoreo constante al acercarse el día 73 de los 75 que son, en promedio, el tiempo de incubación.

El equipo de guardarrecursos procedió, como lo haría la madre, a desenterrar los huevos y dejarlos al descubierto. Todos los cocodrilos estaban a punto de salir, algunos de ellos requirieron más asistencia que otros, pues la membrana que envuelve el cascarón es muy resistente y no la podían romper por sí solos.

Al momento de nacer, el grupo de reptiles fue colocado en un contenedor acondicionado para su resguardo, mientras se les tomaba talla y se saca un promedio.

“Para mí es increíble, es ser parte de la posibilidad de garantizar la vida de esta especie”, dijo Juan Pérez, guardarrecursos que asistió el nacimiento.

Antes de liberarlos en un sitio seguro para su desarrollo natural, son marcados para tener un mejor estimado de la población y conocer el rango de distribución de la especie. Así cuando se realizan los monitoreos, si se encuentra uno se sabe de dónde vienen y hasta su edad.

Los cocodrilos y caimanes están rodeados de varios estigmas. Muchas personas les tienen temor y los consideran una amenaza, por lo que buscan los nidos para sacar los huevos y quebrarlos, una forma de acabar con la especie. Otras personas extraen los huevos y los consumen como alimento, porque les atribuyen propiedades afrodisíacas.

Algunos se dan a la tarea de vigilar el momento de eclosión, juntan hojarasca y la queman sobre el nido ocasionando la pérdida de todas las crías.

La Ley de Conservación de Vida Silvestre en su artículo 27 califica como infracción grave poseer especies de la vida silvestre en peligro o amenazadas de extinción, extraídas de su hábitat original y sin el permiso correspondiente. De acuerdo con la Ley, la única entidad facultada para extender los permisos de tenencia de vida silvestre es el MARN.