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Desafíos y oportunidades ambientales para aportar a una mayor resiliencia e integración al cambio climático

En conmemoración del Día Mundial de la Educación Ambiental, el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Fernando López, compartió con más de 250 participantes en el encuentro virtual Hablemos Verde sobre los principales desafíos y oportunidades ambientales para aportar a una mayor resiliencia e integración al cambio climático por una economía sostenible.

Durante su ponencia compartió datos que evidencian la vulnerabilidad de El Salvador. “El 88 % de nuestro territorio está en situación de riesgo debido a su ubicación geográfica y condiciones geológicas, 94.5 % de la población se encuentra bajo condiciones de riesgo”, así mismo se resalto que el 96.4 % del Producto Interno Bruto es generado en dichas zonas.

Ante esta realidad, uno de los principales desafíos ambientales es reducir la vulnerabilidad ante el cambio climático. En el país, los sectores con más emisiones son el sector de agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (58%), energía (30%), residuos (9%) y procesos industriales y uso de productos (2%), según datos del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero.

Aunque nuestra contribución a las emisiones globales representa un 0.04%, recibimos el impacto de cambios en la temperatura, en la precipitación, en los océanos, derretimiento de glaciares y eventos extremos, que afectan las actividades productivas del país.

Otro desafío ambiental al que nos enfrentamos es la restauración y conservación de la biodiversidad y ecosistemas. “Estamos enfrentados a una condición de ecosistemas gravemente afectados”, subrayó.

Entre los beneficios que obtenemos al restaurar y conservar es la recuperación de los servicios ecosistémicos claves, mejoras de los medios de vida y mayor resiliencia a los efectos de cambio climático. “Estamos reduciendo la vulnerabilidad asociada a la degradación de estos ecosistemas rehabilitando todos estos suelos que están degradados, asegurando el suministro permanente de agua y reduciendo los riesgos de inundación y deslizamientos de tierra”, explicó.

Un tercer desafío ambiental es la contaminación del recurso hídrico. “¿Quiénes contaminan? Las actividades industriales y agrícolas con prácticas insostenibles, el desordenado y mal planificado desarrollo urbano y los sistemas deficientes de saneamiento básico, los vertidos de aguas residuales sin tratar y la falta de tratamiento adecuado de aguas residuales”.

Esta contaminación impacta en un grave deterioro de los ecosistemas, baja  disponibilidad y mala calidad de recurso hídrico para sus diferentes usos, y afecta la salud humana.

Por último, se refirió al desafío ambiental sobre la mejora de la gestión integral de los residuos. “Hay un gran incremento en la generación de desechos sólidos, lo que deriva a  altos costos asociados al manejo de los mismos, por ejemplo se están desaprovechando los recursos reciclables, se debe apostar por una gestión de desechos sólidos de manera integral ”, dijo.

Además, hizo un llamado a las municipalidades a responsabilizarse y actuar en este tema que genera muchas crisis. 

“El artículo 4 del Código Municipal es sumamente claro, son las alcaldías las responsables de la disposición final y la recolección de la basura de las ciudades. Hacemos el llamado a todos los alcaldes a que dejen de poner excusas, a que dejen de poner a otra institución de excusa tienen que cumplir con el cometido para el cual fueron electos. Una alcaldía es perfectamente sostenible si es bien administrada”.

Por una economía sostenible

En febrero del año pasado, fue aprobada la Ley de Gestión Integral de Residuos y Fomento al Reciclaje, que tiene como objeto lograr el aprovechamiento y disposición final sanitaria y ambientalmente segura de los residuos.

Aborda de manera integral el manejo de los residuos, promoviendo la economía circular, con un enfoque de ciclo de vida y cadena de valor, en donde la calidad medioambiental no solo sea importante para revertir la degradación ambiental, sino que económicamente se vuelva vital, minimizando los impactos a la salud y mejorado la calidad de vida de las personas.

“Con la economía circular se minimiza lo que llega al relleno. Esto debe empezar desde casa, reciclando, comprando menos productos que no sean biodegradables. Igual las empresas, desde la materia prima, la calidad del agua, los químicos que utilizan, esto se traduce en ahorro de costos”.

En cualquier etapa de la cadena de producción, se pueden adoptar enfoques sostenibles: desde de adquisición de materia primas, en la producción y transformación de la materia prima, el diseño de los procesos y  productos, en la distribución y comercialización, en la gestión de residuos, y en la misma organización.

Estas acciones traen consecuencias positivas y diversas como reducir la contaminación y las emisiones perjudiciales para el medio ambiente, mejorar la seguridad de suministro de materias primas y favorecer la competitividad, la innovación, el crecimiento, el empleo, y contribuye  a minimizar el deterioro de los recursos naturales.

Publicado el 26-01-2021.

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